Escrituras con efectos políticos [5 de mayo] | Arleth García

Escrituras con efectos políticos [5 de mayo]

Arleth García

No me había preguntado la relación que en mi vida personal tengo con la discapacidad hasta que descubrí la importancia que tiene el Twerk en mí. Fue a través del baile que pude conectar con mi cuerpo al controlar las rodillas, caderas o el musculo del glúteo, dirigiendo el ritmo y decidiendo qué quería expresar. Sintiendo mi cuerpo como mío después de que por años sólo fue visto por la mirada ajena.

Fue a través del baile que pude conectar con mi cuerpo

Siento que esta experiencia me hizo cuestionarme de qué manera viviría mi expresión si mi cuerpo no tuviera la capacidad de trabajar con todas sus partes. Quizá si me lastimara una rodilla y ya no tuviera la capacidad de inclinarme no podría seguir bailando. Quizá si mi cerebro no supiera mandar los mensajes al musculo de que debe moverse no podría hacer los pasos. Quizá estoy limitada a lo que pienso de las discapacidades.

Una de mis mejores amigas tiene un problema en los huesos, viviendo con dolor y cada semana debe de tener sesiones de quimioterapia. Ese dolor no lo entiendo porque no lo he sentido, pero lo veo en sus ojos, en sus movimientos pausados y en como hay días en que no se puede para de la cama o salir a trabajar.

Mi hermana que es karateka se lastimó un tendón hace seis meses y apenas hace una semana pudo volver a pelear. La emoción en su rostro de poder estirar su pierna sin que le doliera y hacer lo que le apasiona es algo que sigo recordando.

No es hasta que nos detenemos en los “y si” que podemos cuestionar nuestra relación con las discapacidades, o con las capacidades en sí.

Damos por hecho que el cuerpo sólo puede funcionar de una forma y que siempre debe hacerlo bien que cuando hay una falla sentimos impotencia, miedo, duda.

¿Qué pasaría si ya no puedo bailar twerk? Puede que nada tan grave como lo que imagino. A lo mejor encontraré otras formas de poder expresarme con el cuerpo o haría variaciones más allá de lo que he aprendido. Puede que entienda mi cuerpo y capacidades de diferente forma.

Estamos ante los prejuicios que de cuando el cuerpo nos falla ya no valemos pero esas “fallas” son nuevas oportunidades de aprender la vitalidad del caparazón lo que habitamos.

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