De acuerdo con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la perspectiva de género se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género....
Durante los meses de mayo y junio de este año, desde el ILSB impulsamos encuentros con especialistas reconocidas a través de mesas de trabajo con el fin de de elaborar un diagnóstico regional de los avances, desafíos y buenas prácticas en la implementación de Educación Integral en Sexualidad ( EIS ) con enfoque interseccional y diverso en América Latina....
Ochy Curiel, Juliana Acevedo, Hilda Guillén y muchas más mujeres luchan por la defensa de los derechos de las mujeres negras. Cónocelas aquí....
Desde "Tejiendo de otro modo: Feminismo y apuestas descoloniales en Abya Yala" y "La Invención de las mujeres" a "La maravillosa vida de Oscar Wao" y "Biotipología y masculinidad en México de 1940 a 1960", aquí van algunas recomendaciones bibliográficas del certificado en línea Modelos para Desarmar....
Miradas de Federici, Miriam López Hernández, Silvia Rivera Cusicanqui, Itandehui Juárez Acevedo...
Desde "Masculinidad feminina" de Judith Halberstam, "Deshacer el género" de Judith Butler, "Tecnología de género" de Lauretis, "Cuerpos Sexuados" de AF Sterling a "Esta Puente, Mi Espalda" editado por Cherrie Moraga y Ana Castillo. Estas son algunas de las recomendaciones bibliográficas del certificado en línea Modelos para Desarmar....
Yes, we fuck! no es sólo un documental que quiere abordar la sexualidad en personas con diversidad funcional, sino un proyecto donde la gente participa, dialoga y, sobre todo, cuestiona; en el que las redes sociales tienen una importancia fundamental. Además, el proceso de elaboración está sirviendo para tejer alianzas entre diferentes colectivos que trabajan políticamente cuestiones vinculadas al cuerpo y la sexualidad (diversidad funcional, feminismos, transfeminismos, LGBT, queer, intersex, gordxs, entre otrxs)....
¿Cuáles son las narrativas hegemónicas a las que nos enfrentamos en nuestro contexto local? ¿Cuáles son las narrativas en las que estamos parados? ¿Cuáles son nuestras historias sobre revuelta? ¿y de comunidad? Conoce estas y muchas más preguntas planteadas en el eje de "Lenguajes cuir"...
Ésta es una pregunta dolorosamente compleja. En primer lugar, porque ser consciente de las intersecciones de opresión y privilegio, y del lugar en donde unx se encuentra nunca es fácil y, mucho menos, grato; sin embargo, trato de no asumir esto desde la conmiseración, sino desde la potencia de un cuerpo vulnerable, porque, como menciona reiteradamente Juan Carlos Monedero, “sin dolor político no se puede transformar la realidad social”. Desde que puedo recordar, nunca performé del todo bien la identidad de hombre cis heterosexual. Nunca fui viril, varonil, masculino, rudo, tosco, o todos los clichés que se esperan de la (im)postura masculina. Al contrario, siempre me llevé mejor con las chicas, era delicadx, tímidx, retraídx, pudorosx. Al llegar a la adolescencia me esforcé por encajar más dentro de los moldes de género cis-heteronormados, sin mucho éxito tampoco. Pero ya era lo suficientemente cis-masculino como para apaciguar el bullying, las burlas o señalamientos, que terminan también por inscribirse violentamente en el cuerpo como cicatrices simbólicas. En los veintipico años que llevo “consciente” de ser unx sujetx generizadx, me he vivido como un hombre cis, transitando ligeramente entre eso y la “no-binariedad”, más como una postura política (lo reconozco) que como un pleno sentido del yo. Por momentos, aunque he tratado de abrazar la no-binariedad en los últimos años, mi cuerpo “cis” insiste en hablar y en reposicionarme de nuevo en un cuerpo de “hombre”. Supongo que eso demuestra, en parte, que uno no puede subvertir el género de forma tan voluntaria y deliberada, como apuntaba Butler (2002). La racialidad también ha jugado un papel crucial en mi corposubjetivación (Pons Rabasa, 2016). Cuando era adolescente, recuerdo haber sentido mucha vergüenza por ser menos blancx que el resto de mis compañerxs. Estudié toda mi educación básica y media superior en colegios privados, en una ciudad al oriente...